Este concierto fue un regalo de cumpleaños, aunque con un poco de trampa porque lo seleccioné yo mismo. Como soy una persona muy difícil para regalar, mi mujer siempre me pregunta que qué quiero, y esta vez lo tuve claro: ¡Operation: Mindcrime! El único problema de este concierto fue que caía en miércoles y obligaba a
mi mujer a quedarse sin su clase de Pilates porque alguien tenía que
quedarse con nuestra hija, pero un día es un día.
El motivo de esta gira encabezada por el ex-cantante de Queensrÿche se debía al trigésimo aniversario de su disco más exitoso, el álbum conceptual titulado Operation: Mindcrime. Al grupo con su formación original los vi por primera y única vez allá por 2008 en el magnífico festival Electric Weekend de Getafe, así que esta oportunidad de disfrutar de la recreación completa de ese pedazo de disco con su cantante original la pintaban calva.
El proyecto Operation: Mindcrime como banda surgió dos años después de la separación de Geoff Tate de Queensrÿche, manteniendo los instrumentistas el nombre por decisión judicial. Durante los dos años que duró el litigio, tanto los instrumentistas (con un nuevo vocalista, Todd La Torre) como Tate (con otros instrumentistas) utilizaron el nombre, lo cual resultaba inaceptable. Al perder el jucio, Tate rebautizó su nueva banda con el título de su álbum más aclamado. Desde entonces han publicado tres discos y la formación no ha parado de sufrir bajas, así que no sorprende que actualmente comparta bajista y un guitarrista con la banda de su hija Emily, Till Death Do Us Part, que además han hecho de teloneros durante la gira.
Este concierto también supuso mi primera vez en la sala Copérnico, así que ya me faltan menos para haber recorrido las salas más míticas de la capital (me faltan la Caracol y la But, creo). Nada más entrar estaba la propia Emily Tate atendiendo el puesto de merchandising, lo cual demuestra lo escasos de medios que iban. En las pequeñas pantallas que adornan la sala se podía ver el logo de los teloneros, grupo del que estuve escuchando una lista de reproducción en Youtube. Y, tras aproximadamente media hora de espera, salieron a escena.
La verdad es que me gustó más su música en versión de estudio que en directo, lo cual no quiere decir que me llegara a convencer su estilo, muy emo para mi gusto. Además, su puesta en escena tampoco ayudó mucho. Es cierto que Emily sabe llevar el protagonismo (y no le importaba que los fotógrafos de la primera fila le fusilaran siempre que se inclinaba, cuando más se le veía el escote), pero abusa del mismo teatrillo en el que finge asfixiarse agarrándose su propio cuello en todas las canciones. Por otro lado, el bajista Jack Ross se mantiene demasiado al margen, todo lo contrario que el guitarrista Kieran Robertson, que no paraba de intentar caldear el ambiente de la semivacía sala e interactuar con Emily. Su actitud es de agradecer, pero me resultaba tan desagradable a la vista que me costaba mirarle.
Entre canción y canción, Emily se presentó como la hija de Geoff Tate (lo más guay que podía decir sobre ella misma, recalcó) y también nos rogó que compráramos una camiseta para que pudieran comer. La verdad es que si en esta gira sólo eran capaces de llenar salas de un tamaño similar a la Copérnico, muy poco beneficio conseguirían sacar. Y, tras acabar su actuación con su tema más famoso, Blue Boy, la vocalista volvió a incidir en que estaría en el puesto de merchandising. Cuando me di la vuelta, porque me puse muy cerca del escenario, me di cuenta de que afortunadamente la sala se había llenado. Seguramente nos habríamos congregado algo más de 200 personas. Así que, tras una visita al servicio y una nueva espera de algo más de media hora, durante el cual cambió el logo mostrado por las pantallas, arrancó el segundo concierto.
Mientras los instrumentistas ocupaban sus posiciones sonó la grabación de la primera pista del disco, "I Remember Now", para continuar, ya sí interpretada por los músicos, con el tema instrumental "Anarchy-X", que desató la euforia en la sala. En el tercer tema saltó a escena el hombre que todos estábamos esperando, Geoff Tate, con el público ya entregado. Como suele ser habitual, durante las primeras estrofas no se le escuchó muy bien porque su micro no estaba bien ajustado, pero a partir de la mitad de la canción el técnico de sonido consiguió mejorarlo bastante.
La verdad es que la interpretación fue rodada y, desde mi punto de vista, el instrumentista más destacado fue el canadiense Scott Moughton, que demostró ir muy sobrado. Un momento destacado de la actuación fue la canción "Suite Sister Mary", en la que Emily encarnó el rol femenino del dramático tema, mano a mano con su padre. Sin duda ambos disfrutan mucho de esta parte del concierto.
El repertorio que interpretaron fue el siguiente:
I Remember Now
Anarchy-X
Revolution Calling
Operation: Mindcrime
Speak
Spreading the Disease
The Mission
Suite Sister Mary
The Needle Lies
Breaking the Silence
I Don't Believe in Love
Waiting for 22
My Empty Room
Eyes of a Stranger
Bises:
Silent Lucidity
Jet City Woman
Desgraciadamente sólo nos obsequiaron con dos bises, mientras que en otros conciertos llegaron hasta cuatro, dejando fuera "Best I Can" y "Empire".
Finalmente, aquí debajo están los vídeos que grabé:
El repertorio que interpretaron fue el siguiente:
I Remember Now
Anarchy-X
Revolution Calling
Operation: Mindcrime
Speak
Spreading the Disease
The Mission
Suite Sister Mary
The Needle Lies
Breaking the Silence
I Don't Believe in Love
Waiting for 22
My Empty Room
Eyes of a Stranger
Bises:
Silent Lucidity
Jet City Woman
Desgraciadamente sólo nos obsequiaron con dos bises, mientras que en otros conciertos llegaron hasta cuatro, dejando fuera "Best I Can" y "Empire".
Finalmente, aquí debajo están los vídeos que grabé:
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