sábado, 26 de octubre de 2013

Sonisphere Festival 2013: 31 de mayo de 2013

Desde incluso antes de comprar las entradas para este festival hubo detalles que merecen la pena ser contados. Resulta que el festival se iba a celebrar el 31 de mayo, pero el 1 de julio mi novia (Ahora ya prometida ¡Bieeeeeen, enhorabuena! Gracias, gracias) y yo estábamos invitados a una boda en Huesca por la mañana. Inicialmente mi chica dio por hecho que ninguno de los dos iría al festival cuando nos enteramos de la fecha. Error. Yo asistiría al Sonisphere aunque por ello tuviera que ir a la boda de Huesca sin dormir. Y eso hice. Fue una apuesta arriesgada porque la boda era por parte de su familia y la inmensa mayoría de los asistentes no me conocían, con lo cual yo iba a ser presentado en sociedad y debía causar buena impresión (y llevo muy mal dormir poco, me pongo muy gruñón), pero no podía perderme un cartel así:


Poco tiempo después de comprar las entradas (una para mí y otra para mi fiel escudero de conciertos y cantante de NULL, Antonio) adquirí el billete de AVE que me llevaría bien temprano el día 1 de junio (7:00 AM) de Madrid a Zaragoza para ser recogido por mi familia política en coche (que reside en la capital de Aragón) y dirigirnos a Huesca para la boda. Cuando estaban a punto de agotarse las entradas del Black Circle (zona reservada en las primeras filas a cambio de pagar unos 20€ más, somos unos burgueses) se nos unió Gersio (perdón, Gersio. Joder. ¡Sergio!), el flamante nuevo bajista de NULL que entró a sustituir a cierto pusilánime bajista que no llegó a cuajar dentro del grupo (si hubiera que utilizar un símil futbolístico, podríamos decir que era Benzema).


Y finalmente llegó la que fue la experiencia musical por excelencia del año (que se está convirtiendo en una cita ineludible debido a la menguante oferta). Como adelanto diré que este festival tuvo un nombre que destacó por encima del resto: Newsted. Pero ya llegaremos a los detalles. Empecemos por el principio. El festival estrenaba ubicación: el auditorio Miguel Ríos de Rivas Vaciamadrid. Y por enésima vez, debido a la acuciante prisa de la que sería presa al salir y las paupérrimas posibilidades de transporte público para volver a casa, volví a ejecutar mi archiconocida y patentada técnica del profesional. El día antes por la tarde me acerqué al recinto para aparcar mi veterano vehículo prácticamente en la puerta. Básicamente se trata de una explanada para montar el escenario (llamado este año Clive Burr en honor al antiguo batería de Iron Maiden fallecido recientemente por esclerosis múltiple a los 56 años) y unas gradas de colores excavadas en una elevación del terreno al lado de un barrio nuevodel susodicho municipio que estaba a medio construir. La vuelta a casa en la línea privada TFM que forma parte de la red de Metro de Madrid se me hizo tan larga que confirmó el acierto de la estrategia aplicada. Además, como el festival se suponía que acabaría sobre las 3:00 AM y el Metro no abre hasta las 6:00 AM, me hubiera sido imposible llegar a tiempo para coger el AVE.


Ya el día 31 salí de trabajar y, tras comprar un mínimo avituallamiento con vistas a la vuelta que dejaría en el coche antes de entrar al recinto, llegué a Rivas tras un aún más pesado viaje que el del día anterior (porque el tren iba lleno de heavies y tuve que ir de pie) en la línea 9 de Metro más la prolongación de la TFM. La estrategia alimenticia, aparte del ya mencionado embutido que dejé en el coche porque no me podría permitir esperar las monumentales colas que se suelen formar en los puestos de comida al finalizar el festival, fue llevar en los bolsillos un montón de tapones de plástico para intentar tapar las botellas de agua compradas dentro. Siempre es un engorro tenértelas que beber rápido porque los vendedores tienen instrucciones de retirar el tapón al venderlas (se supone que para no lanzárselos a los músicos). Y de los que llevé, algunos valieron, así que me apunté un nuevo tanto. Justo antes de entrar me encontré con mis compañeros de batalla, recogimos nuestras pulseras y entramos. Dado que Antonio había llevado su súper cámara de fotos, él ejercería de reportero gráfico y yo audiovisual.


Estaba tocando Tierra Santa. Nos dimos una vuelta por el recinto para localizar los baños y los diferentes puestos. Cuál fue nuestra sorpresa cuando no encontramos ni un solo puesto de comida, sólo de bebida. Los organizadores nos obligaban a estar sin comer todo el tiempo que quisiéramos estar en el festival porque además una vez dentro no podías salir y volver a entrar, según nos dijeron, ni siquiera con pulsera (aunque esto era un poco absurdo porque para entrar la primera vez tenías que enseñarla y no te la marcaban de ningún modo). Como afortunadamente acabábamos de comer y yo tenía alimento en el coche, no nos preocupamos. Hicimos la primera incursión en el Black Circle cuando el grupo español interpretaba su canción más famosa: la canción del pirata.


Y tras una corta espera arrancó el que, como ya he dicho, para mí fue el mejor concierto del día. El antiguo bajista de Metallica, don Jason Newsted, nos dio una dosis de metal de la vieja escuela como poca gente actualmente es capaz de hacer. Y no sólo por lo que tocaba, porque nuevo material está muy bien, sino por las ganas que le echaba. Se notó que estaba realmente emocionado de volver a plantarse en un escenario frente a una muchedumbre enfervorecida. Y para rematar su show se marcaron un par de canciones de la banda que le dio la fama: un fragmento de Creeping Death y Whiplash completa. Grandioso. En los vídeos que grabé, al final de la página como de costumbre, podréis comprobar que no he exagerado.


Su setlist:
Heroic Dose
Soldierhead
Godsnake
...As the Crow Flies
Long Time Dead
King of the Underdogs
Trozo de Creeping Death
Whiplash




Tras la banda del músico americano salieron Ghost, los misteriosos suecos. Desgraciadamente creo que su actuación no se planificó en el momento adecuado. La mitad de su efectividad se apoya en su puesta en escena y de día pierde toda la gracia. Además, su música no era la más adecuada para ir tras Newsted puesto que es bastante más lenta, que no por ello deja de ser interesante. En resumidas cuentas, lo tuvieron todo en contra y opino que pasaron sin pena ni gloria por el festival.


Su setlist:
Infestissumam
Per Aspera ad Inferi
Con Clavi Con Dio
Secular Haze
Stand by Him
Death Knell
Year Zero
Ritual



Con puntualidad británica, también de día, empezaron los míticos Maiden. Qué puedo decir yo que no se haya dicho ya. Nunca fallan. Nunca decepcionan. Precisos como un reloj atómico. A pesar de los años la máquina no deja de estar perfectamente engrasada. El único instrumento que está amenazado por el envejecimiento es la voz de Dickinson, pero afortunadamente aún no da síntomas de verse afectada por la edad. Y sus puestas en escena siguen sorprendiendo, siempre tienen alguna novedad que ofrecer.



Setlist:
Moonchild
Can I Play with Madness
The Prisoner
2 Minutes to Midnight
Afraid to Shoot Strangers
The Trooper
The Number of the Beast
Phantom of the Opera
Run to the Hills
Wasted Years
Seventh Son of a Seventh Son
The Clairvoyant
Fear of the Dark
Iron Maiden
Churchill's Speech + Aces High
The Evil That Men Do
Running Free



Sin apenas tiempo de digerir la sublime actuación de la doncella de hierro, llegó el momento en el que alcancé el póker del thrash metal. La presencia de Anthrax significó haber visto en concierto a los Big Four, aunque por separado (mi marcador de asistencias está bastante desigualado: Metallica 4, Megadeth 3, Slayer 2 y Anthrax 1). Los neoyorkinos fueron los únicos que igualaron a Newsted en energía sobre el escenario.


De hecho Antonio, que antes del concierto hizo algunos intentos por escuchar sus mejores temas (seleccionados por mí) y no le acabaron de gustar, terminó rendido a la intensidad de su actuación. Por mi parte considero un privilegio el haber podido tener a Joey Belladonna en el escenario porque es el vocalista clásico de la banda, a pesar de que en su caso los años no pasan en balde. Aunque por supuesto el alma del grupo es Scott Ian, se nota que es el único miembro fundador que sobrevive al baile de componentes que siempre ha acompañado al grupo.


Su setlist:
Among the Living
Caught in a Mosh
I Am the Law
In the End
T.N.T. (versión de AC/DC)
Indians
Got the Time (versión de Joe Jackson)
Fight 'Em 'Til You Can't
I'm the Man / Raining Blood (con solo de batería de Charlie Benante)
Antisocial

Tras ellos saltaron a la palestra el pelirrojo Dave Mustaine y sus muchachos, un grupo que hace, como todos sabemos, una música de altísima calidad, pero que no sabe transmitírselo al público. En esta ocasión Antonio tuvo una reacción completamente opuesta a la del concierto anterior, a pesar de que le había gustado la selección de temas de Megadeth que compartí con él previamente, echó pestes de la actuación. Personalmente cada concierto que voy me aburre más (lo de empezar con Trust es algo que no entenderé nunca), y eso que esta vez dispusieron de pantallas para mostrar unos trabajados vídeos de fondo. Creo que la forma ideal de disfrutar de su música es estando sentado, y con eso creo que lo digo todo.



Su setlist:
Trust
Hangar 18
Kingmaker
Public Enemy No. 1
A Tout Le Monde
Countdown to Extinction
Architecture of Aggression
Sweating Bullets
Super Collider
Symphony of Destruction
Peace Sells
Holy Wars... The Punishment Due



Y, para finalizar la gloriosa jornada, llegó el turno de la banda que más ganas tenía de ver: Avantasia. Su propuesta de power metal comercial apoyándose en multitud de arreglos orquestales y tanta variedad de vocalistas es una combinación que sencillamente me encanta. Desgraciadamente los retrasos se fueron acumulando actuación tras actuación (como pasa siempre) y el frío ya era considerable cuando el bueno de Tobias y sus secuaces trataron de hacernos entrar en calor. Pero a pesar de todo disfruté de la exquisita música que nos brindaron los cinco instrumentistas y los siete vocalistas. Sí, habéis leído bien. Un bajista (Andre Neygenfind), dos guitarristas (Oliver Hartmann y el confundador del grupo, Sascha Paeth), un batería (Felix Bohnke, compañero de Tobias en Edguy), un teclista (Miro Rodenberg) y los cantantes Tobias Sammet, Michael Kiske, Amanda Somerville, Ronnie Atkins, Thomas Rettke, Eric Martin y Bob Catley.



A la actuación sólo le puedo poner dos peros: que no tocaron el tema que da nombre a su banda, y que el volumen de la batería estaba demasiado alto. En ocasiones destacaba por encima del resto y dificultaba oír al resto. Fallo del técnico de sonido. El resto estuvo de maravilla. Me gustó mucho ver a Kiske por primera vez y su chorro de voz me dejó alucinado. La otra voz que me sorprendió fue la de Ronnie Atkins, un completo desconocido para mí que se ganó todos los respetos. De todas formas, todos los vocalistas habían sido elegidos acertadamente según sus registros para sustituir a la perfección a los que cantaron en los temas originalmente en los discos.




Su setlist (indicando qué vocalistas interpretaron cada una):
Spectres (Tobias)
The Scarecrow (Ronnie Atkins)
The Story Ain't Over (Tobias con Bob Catley)
Prelude (interpretada por Miro Rodenberg)
Reach Out for the Light (Tobias con Michael Kiske)
Breaking Away (Tobias)
Farewell (Tobias con Michael Kiske y Amanda Somerville)
Dying for an Angel (Tobias con Eric Martin)
Twisted Mind (Tobias con Ronnie Atkins & Eric Martin)
Lost in Space (Tobias)
Shelter from the Rain (Tobias con Michael Kiske y Bob Catley)
Sign of the Cross / The Seven Angels (todos los vocalistas juntos)




Finalmente Tobias al despedirse prometió que algún día España vería una actuación completa de Avantasia porque esta había sido una corta (aunque no sabemos cuándo será porque pocos meses después anunció el cese de actividades de la banda indefinidamente por enésima vez). Y a las 4:00 AM comenzamos a desalojar el recinto. Las 12 horas sin comer se notaban ya en el cuerpo, sobrevivir a base de cerveza y refrescos concierto tras concierto fue duro. Tras devorar el embutido que tenía en el coche llevé a Antonio a su casa (Sergio se quedó con su chica, que no compró entrada Black Circle, en la carpa de DJs hasta que el transporte público empezara a funcionar) y llegué a la mía a las 5:00, prácticamente con el tiempo justo de ducharme e irme a Atocha a coger el madrugador AVE. A pesar de las calamidades que pasé, mereció la pena.

Sólo me queda compartir los vídeos que grabé:

NEWSTED:



GHOST:

IRON MAIDEN:





ANTHRAX:


MEGADETH:


AVANTASIA:






Y una última imagen que jamás había podido ver hasta ahora: la de mí mismo grabando.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Homenaje a Dio: 27 de abril de 2013

Emotiva noche la que vivimos en la sala Cats. Tony Hernando (guitarrista de Saratoga) logró montar un show de primer nivel con el broche de oro de tener fines benéficos: los beneficios se donarían a la fundación para la lucha contra el cáncer dirigida por la viuda del finado Ronnie James Dio, Stand Up and Shout.



Hubiera sido aún más bonito si la fecha del concierto hubiera coincidido con el tercer aniversario de su muerte (faltaba medio mes), pero no se puede tener todo. Sin duda debió ser complicadísimo cuadrar la disponibilidad de tanta gente que se había ofrecido altruistamente, sólo por amor al arte.

Al evento asistí con mi buen amigo Antonio, acompañante cada vez más habitual en mis citas con el heavy metal en directo. Por desgracia el autobús que le había de traer desde Torrejón hasta Madrid tiene una frecuencia tan baja en fin de semana que se pasó esperándolo en la parada prácticamente una hora, lo que provocó que llegáramos tarde, perdiéndonos las dos primeras canciones.

Cuando entramos estaba sobre el escenario la banda tributo a DIO llamada Rainbow in the Dark, cuyo cantante Gabi Boente interpretaría la mayoría de canciones de la velada. Como describir el vaivén de músicos sobre el escenario me resulta imposible ya que no estuve tomando nota y tampoco soy un erudito del heavy metal nacional, me limitaré a listar los cantantes presentados y, en el setlist, indicar quiénes participaron en su interpretación. Desgraciadamente al que más conozco, Leo Jiménez, apenas pudo aportar debido a una faringitis. Aunque la sorpresa de la noche nos la dio Manuel Escudero, el vocalista que más nos impresionó.

Cantantes:
Ignacio Prieto (Eden Lost)
Ronnie Romero (ex-San Telmo, Nova Era)
Manuel Escudero (ex-San Telmo, Medina Azahara)
Gabi Boente (ex-Saratoga, Rainbow in the Black)
Leo Jiménez (ex-Saratoga, Stravaganzza*, ex-LEO:037)
* [parece ser que Stravaganzza se va a reunir próximamente]

Setlist:
Kill the King (Rainbow) - Rainbow in the Dark
Man of the Silver Mountain (Rainbow) - Rainbow in the Dark
Children of the Sea (Black Sabbath) - Rainbow in the Dark
Mob Rules (Black Sabbath) - Rainbow in the Dark
Don’t Talk To Strangers (DIO) - Rainbow in the Dark
Tarot Woman (Rainbow) - Rainbow in the Dark
Gates of Babylon (Rainbow) - Rainbow in the Dark
Stand Up And Shout (DIO) - Gabi Boente
Straight Through The Heart (DIO) - Gabi Boente
Holy Diver (DIO) - Manuel Escudero
Shame On The Night (DIO) - Manuel Escudero
King of Rock and Roll (DIO) - Ignacio Prieto
Hungry for Heaven (DIO) - Ignacio Prieto
The Last in Line (DIO) - Gabi Boente
One Night in the City (DIO) - Gabi Boente
Evil Eyes (DIO) - Gabi Boente
Night People (DIO) - Ronnie Romero
Sunset Superman (DIO) - Ronnie Romero
Wild One (DIO) - Ronnie Romero
Strange Highways (DIO) - Gabi Boente
Jesus, Mary and the Holy Ghosts (DIO) - Gabi Boente
Killing the Dragon (DIO) - Ronnie Romero
Heaven and Hell (Black Sabbath) - Gabi Boente
Neon Knights (Black Sabbath) - Manuel Escudero y Ronnie Romero
(Framento de) Rainbow Eyes (Rainbow) - Leo Jiménez
Rainbow in the Dark (DIO) - Manuel Escudero
We Rock (DIO) - Saratoga
Stars (Hear n' Aid) - Todos
Long Live Rock and Roll (Rainbow) - Ronnie Romero y Manuel Escudero
Man of the Silver Mountain (Rainbow) - Outro conducida por Gabi Boente

La canción que más subidón me dio fue Stars porque es un tema que me encanta y no me esperaba para nada que la tocaran. Además fue divertido ver cómo el pequeño escenario se convertía en el camarote de los hermanos Marx puesto que todos los músicos participaron en algún momento. Aunque desgraciadamente no quedó tan bien como todo el mundo esperaba porque el micro de Gabi dejó de funcionar y sus partes quedaron mudas a pesar de que él no dejó de cantarlas por si el aparato resucitaba.

Y, como es habitual, los vídeos que grabé:

Don't Talk to Strangers

Holy Diver

Evil Eyes

Heaven and Hell

Neon Knights

We Rock

Stars + Long Live Rock 'N' Roll + Despedida

El único pero de la velada fue la desastrosa proyección de fondo, que durante los primeros temas no daba pie con bola. Pero nos quedaremos con lo positivo, ¡muchas gracias Tony por habernos ofrecido la oportunidad de sentir el espíritu de Dio trayendo a cantantes tan buenos y la presencia de Vivian Campbell con tu virtuosismo!

sábado, 15 de junio de 2013

Rammstein: 21 de abril de 2013

Y con mi tercer concierto de los teutones arrancó la temporada de conciertos 2013, suponiendo mi enésima visita al Palacio de los Deportes. Tengo que reconocer que no hubiera ido de no ser por el interés mostrado por mis amigos Javi, que ya me acompañó en mi primer concierto que tuvo lugar en el mismo recinto; y Edu, que no los había visto nunca aún. Ninguno de los dos es un gran fan ni del rock ni del heavy metal, pero Rammstein tiene ese estilo propio capaz de agradar a gente de lo más variopinta en cuanto a gustos musicales se refiere.


Los tres acordamos por unanimidad comprar entrada de grada porque no nos apetecía afrontar la paliza física que exige estar en pista, de hecho Edu se negaba si quiera a contemplar la opción porque no le gustan las aglomeraciones. Pero cuando fui a comprar las entradas desgraciadamente tuve una mala experiencia. Siempre suelo hacerlo en la oficina de Viajes Carrefour más cercana a mi casa, la de Aluche, pero esta vez fui a la de Hortaleza por cercanía a mi trabajo. Y el cambio fue muy negativo: el vendedor me encasquetó el seguro de devolución a pesar de que le dije que no lo quería. Me dijo que era obligatorio, cosa que sé muy bien que es falsa. Al final lo acepté porque, viendo el ritmo al que se estaban vendiendo las entradas, para cuando encontrara un hueco para ir a la otra oficina los sitios que conseguiría serían bastante peores. Así que salí de allí con el sabor agridulce de haber conseguido las entradas y haber sido estafado. Las medidas que he tomado son dos: en primer lugar, jamás volver a comprar entradas en esa oficina; y en segundo, comunicar al mayor número de personas posible lo ocurrido para que tampoco compren ahí. Sé que seguramente no tenga el más mínimo impacto, pero esta es mi forma de actuar.


Y finalmente llegó el 21 de abril. Saqué del armario mi vieja chupa de cuero (no sé si alguna vez he contado cómo llegó a mis manos, es una anécdota curiosa) y mis pesadas botas y me dirigí a la cita que tenía con mis amigos. Mientras esperábamos a Edu nos ocurrió una curiosa anécdota: se declaró un incendio en el parque que está al lado de donde habíamos quedado. El fuego apareció y se extendió en cuestión de segundos por la cantidad de polen acumulado y la blanca y densa humareda se hizo visible en varios kilómetros a la redonda. Afortunadamente los bomberos llegaron en pocos minutos y sofocaron el fuego antes de que la cosa pasara a mayores, sin más consecuencia que unos setos chamuscados. Supusimos que la causa fue una colilla arrojada sin cuidado desde un coche porque el lugar del fuego está pegado a la carretera. Así que tuvimos una pequeña ración de fuego como aperitivo al concierto en el que ya sabíamos que no iban a faltar las llamas.


Tras el viaje en Metro nos plantamos en el Palacio de los Deportes y la gigantesca cola nos llevó a decidir obviar al telonero (el DJ del grupo protegido de Rammstein, Combichrist, pinchando remixes de canciones de los alemanes) e irnos a merendar al Burger King. Total, como teníamos asiento reservado no teníamos prisa por entrar. Así que una vez nos hubimos llenado de adictiva comida basura, regresamos al Palacio para comprobar que la cola era aún más larga que antes. No nos quedó otra que ponernos al final y rezar (yo a Dio) por que la cola avanzara lo suficientemente rápido como para que pudiéramos entrar antes de que empezara el concierto porque faltaban sólo 20 minutos. Afortunadamente lo conseguimos, cuando accedimos al recinto el DJ estaba poniendo la última canción y se despidió en cuanto llegamos a nuestros asientos, lejanos del escenario para mi gusto, aunque en este sitio no queda otro remedio si quieres estar frente al escenario. Como ya lo sabía, no me molesté en llevarme la cámara porque los vídeos que lograra filmar no valdrían nada.

A los pocos minutos arrancó el show de metal industrial. La entrada fue mejor que la del Sonisphere 2010, en la que sólo cayó una bandera alemana que hacía las veces de telón descubriendo el escenario, pero peor que la que hicieron en el concierto de 2009, en la que fingieron abrir agujeros en una pared con soldadores y Till nos dejó alucinados con esa luz que emanaba de sus fauces. Esta vez, como es lo normal, el batería (Christoph Schneider) apareció el primero y, en cuanto tomó asiento, comenzaron a sonar las primeras notas de Ich Tu Dir Weh. Mientras la canción arrancaba, el resto del grupo (excepto Till) ocupó su puesto en el escenario y el fornido vocalista hizo su entrada descendiendo sobre uno de los focos con la forma de la cruz que es el logo del grupo. Lo que no me gustó fue su aspecto: pelo teñido de blanco platino, cara pintada de rojo (aunque desde la distancia a la que estábamos eso no se apreciaba) y un abrigo de piel rosa. Prefiero su aspecto de carnicero cruel.


Vamos con el setlist:
Ich tu dir weh
Wollt ihr das Bett in Flammen sehen?
Keine Lust
Sehnsucht
Asche zu Asche
Feuer frei!
Mein Teil
Ohne dich
Wiener Blut
Du riechst so gut
Benzin
Links 2-3-4
Du hast
Bück dich
Ich will
Mein Herz brennt (Piano Version)
Sonne
Pussy

Afortunadamente esta vez no me fui con la sensación de haber asistido a un concierto repetido (como ya me ha pasado con este grupo y con los mismísimos Judas Priest) porque el repertorio fue muy diferente a los anteriores y porque tuve la ocasión de ver sus numeritos más míticos que nunca antes había podido presenciar. Durante la segunda canción Till sacó unos látigos con vengalas y llenó el escenario de chispas, salpicando al público de las primeras filas. Después, en Mein Teil, adoptó el disfraz de carnicero (aunque el pelo blanco me chirriaba), metió a Flake en una olla gigante y lo "cocinó" con un lanzallamas. Más tarde llegó el numerito que más ganas tenía de ver: las máscaras-lanzallamas que durante Feuer Frei! se colocan Till, Paul Landers y Richard Kruspe y cruzan sus fogonazos en el aire. Espectacular.

Más detalles. En Wiener Blut, en lugar de decir "willkommen", Till dijo "bienvenidos", una de las escasísimas cosas que se le puede oir decir en un idioma diferente al alemán.


Después de Du riechst so gut llegó la que en mi opinión suele ser la mejor parte de sus conciertos, el trío Benzin/Links 2-3-4/Du hast seguidas. Qué descarga de potencia, dan ganas de partirse el cuello meneando la cabeza arriba y abajo. Además, durante Du Hast Till "disparó" una ballesta con vengalas que incendiaron unos cables que colgaban sobre la pista (y nos resultaban bastante molestos porque interferían nuestra vista desde la grada) y cuyos chispazos hicieron un recorrido de ida y vuelta desde el escenario.

Tras el trío de ases llegó su numerito más polémico, en el que Flake se viste de forma fetichista en el contexto sadomasoquista, con máscara de cuero y todo, y Till lo sujeta con una correa poniéndolo a cuatro patas. Esta performance la hacen durante Bück dich y en un determinado momento se elevan sobre una plataforma, Till descubre el culo de Flake abriendo una trampilla en su pantalón y finje sodomizarle con un objeto fálico que posteriormente dispara agua a modo de eyaculación sobre el público. No me extraña que les arrestaran en EEUU la primera vez que lo hicieron (y que no lo hayan vuelto a repetir en tierras americanas).
Tras el descansito de rigor llegó el momento más aburrido: Mein Hertz Brent interpretada al piano por Flake sin más acompañamiento que la voz de Till. Entiendo que Flake quiera demostrar que no es sólo un payaso que de vez en cuanto toca teclas para hacer sonar estrambóticos sonidos, pero un concierto de Rammstein no creo que sea el mejor lugar para demostrar tu talento como pianista. La canción perdió toda su gracia. Afortunadamente con Sonne (un enorme logo del grupo ardió al fondo del escenario) y Pussy (descarga de espuma sobre las primeras filas del público con un cañón cabalgado por Till que simulaba ser un pene gigante) se despidieron en condiciones. Así que nos dieron todo lo que tienen: algo de provocación, mucho metal y mucho fuego.


Como broche final Till nos dedicó algunas palabras más en castellano: “¡Madrid, puta madre, increíble, muchas gracias!”