viernes, 21 de octubre de 2016

Nightwish: 10 de septiembre de 2016

Primera vez que veo a los sublimes fineses, y debo decir que la experiencia fue más que buena. Exquisito concierto el que nos ofrecieron, ejecutando todas las canciones a un nivel que rozó la perfección.




Por el contrario, fue la enésima vez que asistí al Palacio de los Deportes, el recinto de referencia para casi todos los grandes eventos musicales de la ciudad. Y de nuevo disfruté de ese espacio privilegiado para los que estamos dispuestos a pagar un poco más con tal de estar más cerca del escenario sin malgastar todo el día (y puede que también la noche) haciendo cola. En esta ocasión lo bautizaron "Front Stage". La organización estuvo un poco peor que la que hacía dos meses se había encargado del concierto de Scorpions + Sabaton porque, en lugar de hacernos bajar directos a la pista por la escalera más cercana a la puerta por la que entramos, nos hicieron rodear el recinto casi por completo para bajar por otra escalera. Bastante absurdo, la verdad, aunque supongo que tendrían algún motivo. Además nos hicieron entrar antes de tiempo, con lo cual la espera se prolongó bastante y mucha gente protestó, pero yo lo agradecí porque se estaba mejor dentro que fuera al sol.


Los teloneros fueron Alquimia, la banda fundada por el también guitarrista de Avalanch Alberto Rionda. El estilo podría decirse que es un calco del ofrecido por otro anterior grupo (power metal con letras en castellano); pero entre que a mí Avalanch ni fú ni fá y que tuvieron un sonido malísimo, más que disfrutarlos, los sufrí. Le pusieron muchas ganas y actitud, pero no me convenció lo que escuché.


Finalmente, tras la inevitable espera de rigor por el cambio de instrumentos y atrezzo, salieron a escena los protagonistas de la velada. Arrancaron con la primera canción de su último disco y Floor Jansen demostró que la fama de su voz no es infundad. Qué maravilla. Y qué tiarrona, su 1,85 m. resultaba aún más impactante al lado del pobre Emppu Vuorinen, el menudo guitarrista que tan sólo levanta 160 centímetros del suelo.


El repertorio completo, prácticamente invariable durante toda la gira, fue el siguiente:
Shudder Before the Beautiful
Yours Is an Empty Hope
Bless the Child
Storytime
My Walden
Élan
Weak Fantasy
7 Days to the Wolves
The Siren
The Poet and the Pendulum
I Want My Tears Back
Nemo
Stargazers
Sleeping Sun
Ghost Love Score
Last Ride of the Day
The Greatest Show on Earth

A priori se echaban en falta algunos de sus temas más míticos, así como algo de representatividad del álbum Wishmaster, pero una vez allí consiguieron hacernos olvidar todas las ausencias gracias a la excelencia de lo que sí estuvo presente.


El líder del grupo, Tuomas Holopainen, tiene a su disposición nada más y nada menos que tres teclados y se pega una paliza de mil demonios pasando de uno a otro. Se nota que, aunque tengan que llevar mucho audio pregrabado (todos los arreglos orquestados), él hace todo lo que está en su mano por tocar en directo lo máximo posible. Compone, escribe e interpreta a las mil maravillas, por lo que seguramente sea uno de los músicos más completos que existen en el panorama del heavy metal (si no el que más).


Por otro lado, Marco Hietala es también un monstruo de mucho cuidado. Su protagonismo, más que por su papel de bajista (a pesar de su novedoso bajo con dos mástiles), es gracias a su agresivo vozarrón que no pierde un ápice de contundencia en directo.


Ya he hablado de la magnífica Floor, pero no del aluvión de críticas que recibió por haberse movido poco en el escenario. Qué fácil es hablar sin saber... ¡que estaba embarazada de cuatro meses! Una vez se hizo pública esa información días más tarde, sus sacudidas de cuello ondeando melena tienen mucho más mérito.


En cuanto al también mencionado Emppu, me dio la impresión de que va un poco justo con la guitarra. No me malinterpretéis, no es que no llegue (ya quisiera yo tener su calidad), pero se nota que necesita concentrarse al máximo para sacar adelante sus partes más difíciles. Así que, al igual que cuando he visto guitarristas muy virtuosos que van sobrados lo he comentado, este no ha sido el caso.


Para los más veteranos seguramente la novedad más destacable fue el artista invitado que les acompañaba: un gaitero / flautista / bandurrista. ¿Sabíais que existen las gaitas eléctricas? Pues yo no. Un puntazo que demuestra los esfuerzos de Tuomas (que es el que manda en este corral) por reducir al mínimo la música pregrabada y primar el directo.


Después, sobre Jukka Nevalainen poco puedo decir, nunca he sabido juzgar a los baterías, ¡todos me parecen buenos! (menos Txus di Fellatio)


Y todo el concierto estuvo aderezado por vídeos en la pantalla del fondo que acompañaban muy acertadamente las canciones. Probablemente el espectáculo hubiera ganado si también hubieran mostrado algún primer plano de los músicos, ya que el público que se encontraba más lejos no tuvo ninguna ocasión de verlos más de cerca.






miércoles, 27 de julio de 2016

Scorpions + Sabaton: 3 de julio de 2016

Segundo concierto del año y primero al que vuelvo a ir solo desde hace tiempo. Esta vez mi deseo de estar en las primeras filas (grada golden) para ver a mi grupo predilecto actualmente (Sabaton) supuso un sacrificio económico que nadie de mi entorno quiso asumir (bueno, sí hubo alguien, pero la proximidad del nacimiento de su segundo churumbel se lo impidió). Eso sí, cuando estaba haciendo cola para entrar pude ver en las pantallas del Palacio de los Deportes, que ya considero mi segunda casa y me niego a llamar "Barclaycard Center", el anuncio de que los suecos acudirían otra vez a Madrid en enero de 2017 como cabeza de cartel, siendo mi primer pensamiento "coño, si lo llego a saber me ahorro éste" porque los Scorpions no es que me apasionen y finalmente los 'militronchos' (mote que he puesto a Sabaton para que mi mujer sepa de quiénes hablo) sólo tocaron ocho canciones. Además, son dos grupos cuyos estilos dentro de la escena rockera están bastante alejados.


La hora que pasé a pleno sol en la cola fue bastante dura, pero la privilegiada posición con la que pude hacerme al entrar mereció la pena, a pesar de la pesada hora y cuarto que todavía tuvimos que esperar antes de la corta pero intensa descarga de metal militarizado que reventó el Palacio. Y eso que por ser los teloneros su espectáculo quedó bastante deslucido: el escenario completamente negro, el volumen al 75% aproximadamente con respecto a los Scorpions y sin permiso para pisar la pasarela que se acerca a las primeras filas.


Tengo mis reservas con el hecho de que todas las partes de teclados suenen grabadas en lugar de interpretadas en directo, pero si el que tiene que tocarlas es Joakim Brudén, prefiero que siga gozando de libertad para correr por el escenario. ¡Qué energía! Y sin perder el aliento para seguir cantando a la perfección en todo momento. Aunque a veces se emocionaba tanto que se despistaba y retomaba los versos un par de segundos tarde.



El escaso setlist fue el siguiente:
Ghost Division
Carolus Rex
Swedish Pagans
Resist and Bite
The Lost Battalion
To Hell and Back
The Art of War
Primo Victoria

Grabé seis canciones (prácticamente su actuación entera) así que, como siempre, podéis ver los vídeos al final de la entrada. Al igual que con el anterior concierto al que asistí, el de Avantasia, la calidad de la grabación es máxima. Los temas más celebrados por el público fueron Swedish Pagans y Primo Victoria porque tienen el rollo más festivo, aunque yo me volví loco prácticamente con todas (como puede oírse en los vídeos) para sorpresa de los que me rodeaban. Al término de su concierto más de uno me preguntó por el nombre del grupo y de dónde eran.


Como detalles a destacar, me quedo con el espectacular bajo con la bandera sueca que exhibió Pär Sundström y la cara de felicidad infinita de Joakim (tras quitarse las gafas de sol) cuando el público coreaba los estribillos de las canciones, sintiendo que acababan de conquistar nuevos territorios. Diría que casi se le saltan las lágrimas. Del resto del grupo me perdonaréis que no comente nada, pero con tanto cambio en la alineación es preferible no encariñarse con ellos (según escribo estas líneas me entero de que el guitarrista Thobbe Englund también abandona el grupo porque viajan demasiado). Sin duda repetiré en enero, ante la promesa de un espectáculo diseñado por y para ellos, y acompañados nada más y nada menos que por Accept.

Pasemos al teóricamente plato fuerte de la velada. Tras casi otra hora de espera, arrancó la actuación de los veteranos alemanes acompañados por el genial ex-batería de Motörhead, Mikkey Dee, en sustitución de James Kottak por lesión.


Al tratarse de la gira conmemorativa de su 50 aniversario prepararon un setlist con canciones de todas sus épocas, aunque las más antiguas las fusionaron en plan medley. Hay que reconocer que el espectáculo visual fue grandioso, con pantallas gigantescas y vídeos específicos para cada canción: desde colores psicodélicos propios de los años 70 hasta la bandera del país visitado en cuestión con la silueta de los integrantes (aunque la del batería seguía siendo la de Kottak).


A nivel individual, el que anima el cotarro en directo es sin duda Rudolf Schenker. Con sus guitarra de flecha (incluso tiene una con tubo de escape incorporado que echa humo), su look de pelo de punta teñido de rubio platino y gafas de sol, acompañado en ocasiones de sombrero, y sus repetitivos e hipnóticos bailecitos mientras toca son la imagen registrada desde hace muchos años de los Scorpions.



Aun así, desde mi punto de vista, la auténtica responsabilidad musical la tienen Klaus Meine (qué voz tan bien afinada conserva) y Matthias Jabs (guitarra solista). Eso sí, el pobre Klaus creo que hace un poco el ridículo cuando saca la pandereta y el cencerro porque no se oyen por ningún lado (no tenían micrófonos); pero lo de fingir que silba la melodía de Wind of Change ya me parece absurdo, y es que lo hace con el micrófono pegado a la boca mientras suena la grabación... ¿por qué? Para que no parezca que le tengo tirria, que conste que me encantó que se animara con la guitarra y el detalle de que se pusiera un chaleco con las palabras ROCK & ROLL FOREVER serigrafiadas por detrás, en claro homenaje a su compañero Kottak por los tatuajes que lleva el americano en la espalda.


La lista de canciones quedó así:
Going Out With a Bang
Make It Real
The Zoo
Coast to Coast
Top of the Bill / Steamrock Fever / Speedy's Coming / Catch Your Train
We Built This House
Delicate Dance
Always Somewhere / Eye of the Storm / Send Me an Angel
Wind of Change
Rock 'n' Roll Band
Dynamite
In the Line of Fire
Solo de batería
Blackout
No One Like You
Big City Nights
Still Loving You
Rock You Like a Hurricane

Hubo un vídeo con el que creo que se la jugaron un poco: durante la canción Big City Nights se mostraron imágenes de una gran ciudad asiática de noche (hay quien dice que es Tokio, pero como yo no tengo el gusto de haber estado no puedo confirmarlo) mientras una bailarina ligera de ropa se contoneaba. Y es que en los tiempos que corren les pueden acusar de machistas simplemente por eso, aunque cuando la mayoría de público femenino que les sigue es más o menos de su edad, supongo que el riesgo es menor.

Los temas instrumentales se me hicieron sorprendentemente entretenidos, aunque me pareció feo el detalle de Rudolf de poner a un pipa a hacerle el trabajo rítmico en Delicate Dance, compuesto por Matthias, a menos que se tratara de una especie de regalo al desconocido asistente (en el concierto de Córdoba acusaron a Klaus y Rudolf de ausentarse del escenario durante este tema para ver la tanda de penalties entre Alemania e Italia; pero que conste que lo hacen siempre). Por contra, el solo de batería interpretado por Mikkey suspendido en una plataforma se me hizo algo largo, aunque me pasa con todos los solos de este tipo.


Las canciones que mejor me sonaron fueron Dynamite y Blackout, un par de cañonazos muy bien acompañados visualmente. La peor, The Zoo, una canción que no me gusta y que en directo creo que mata todo el ambiente de lo lenta que es.


Dejaron las dos más famosas para los bises, Wind of Change y Rock You Like a Hurricane, para volver loco al público y despedirse por todo lo alto. Concierto de hora y media que, al no ser fan del grupo, se me hizo un poco largo, especialmente al principio. Aunque no me arrepiento de haber ido, siempre está bien tachar de la lista de pendientes una banda mítica.

Próxima parada: Nightwish, otra vez "en casa", en septiembre.

jueves, 14 de abril de 2016

Avantasia: 12 de marzo de 2016

Nunca podremos estarle suficientemente agradecidos a Tobias Sammet el día que se le ocurrió la idea de montar Avantasia. Lo que seguramente empezó como un proyecto al que dedicar los tiempos muertos que tenía entre sus actividades con Edguy se ha terminado convirtiendo en un monstruo mucho más poderoso de lo que él jamás hubiera soñado.


Allá por noviembre de 2015 se anunció la fecha del concierto (se cumplía, y con creces, lo que el propio Tobias prometió en el Sonisphere de 2013, regresar en 4 años) y en una semana se vendieron todas las entradas, así que anunciaron otra para el día siguiente. Somos muchos los que pensamos que hubiera sido mejor trasladar el evento a otro recinto más grande, pero los organizadores tendrían sus motivos.

Como conozco de sobra La Riviera, en cuanto vi las fotos del escenario que llevaban en la gira supe que a duras penas cabría, y una vez mi mujer y yo lo vimos montado pudimos comprobar que faltaban algunos elementos, como un par de arcos que hubieran chocado con el juego de luces del techo.


 Entrando en materia, fue uno de los mejores conciertos a los que he ido, y llevo ya unos cuantos. Algo más de tres horas, sin teloneros y 8 cantantes (Tobias Sammet [Edguy], Michael Kiske [ex-Helloween], Jørn Lande [ex-Masterplan], Ronnie Atkins, Eric Martin [Mr. Big], Bob Catley [Magnum], Amanda Sommerville y Herbie Langhans; aunque podríamos incluir también al guitarrista Oliver Hartmann, que tiene sus estrofas en el tema The Watchmaker's Dream).


Un gran aliciente para mí fue ver por primera vez a Jørn Lande, y pude comprobar que su leyenda es bien merecida. A pesar de que la mezcla tuvo algunos fallos (algunas voces se oían más altas que otras, y lo mismo pasaba con las guitarras) y la manía que tiene de alejarse el micro de la boca, su actuación fue soberbia. Incluso en una ocasión pegó un grito fuera de micro cuando había un relativo silencio y pude escucharle perfectamente. De hecho Tobias le definió muy acertadamente como un striking viking en su presentación.


Podría deshacerme en elogios a Michael Kiske, pero creo que no aportaría nada nuevo. Simplemente es un gustazo poder disfrutar de su maravillosa voz en directo. Protagonizó una divertida anécdota cuando instó a Tobias a cantar Suspicious Minds y nos deleitó con el estribillo con una similitud pasmosa a la voz de Elvis, demostrando su amplio registro (de cuatro octavas, concretamente). El líder de Edguy no le siguió el rollo y simplemente dijo "Sometimes you sing so well that hurts... to me".
 

Por supuesto Tobias aprovechó la ocasión para dar sus típicos discursitos, aunque al ir con tanta compañía no se explayó tanto como otras veces, pero uno le salió especialmente rana. Después de que al batería Félix Bohnke le diera un mareo cuando llevaba 2 horas y media tocando, quiso compararlo con un gran deportista y puso como ejemplo a Cristiano Ronaldo, recibiendo una sonora pitada. Se quedó extrañado y nos preguntó si no éramos fans del Madrid, recibiendo una segunda pitada. ¿Atlético de Madrid?, insistió, y la tercera pitada fue más tenue. Y es que en este país mezclar heavy metal y deporte de élite no suele cuajar. También cabe resaltar las chorreras de sudor seco que tenía la casaca que llevaba, estaba claro que no le dio tiempo a lavarla después del concierto en Barcelona el día anterior.

 

Ahora voy con el resto. Amanda Somerville es una pedazo de cantante como la copa de un pino, pero como la inmensa mayoría de canciones están escritas para personajes masculinos, la pobre tiene menos protagonismo del que merece. Eric Martin se ve que como tiene poca carga de trabajo va sobrado y se permite bailotear todo lo que quiere. Ronnie Atkins, que es el Iggy Pop del metal, creo que es al que más se le ve disfrutar. No para de animar y se nota que lo vive, desde luego se ha ganado el puesto a pesar del regreso de Jørn Lande a la formación. Y para seguir con las comparaciones, de Bob Catley se podría decir que es el Raphael del metal. Para la edad que tiene rezuma profesionalidad por los cuatro costados y mantiene su voz envidiablemente bien, señal de que siempre ha cantado en su tono y sin intentar hacer virguerías que se acaban pagando con el paso de los años. Herbie Langhans fue la gran novedad, triunfó con su Draconian Love y también supo estar a la sombra de todos haciendo los coros con Amanda.


Por último, y para no marginar a nadie, no quiero cerrar sin mencionar a Sascha Paeth, excelente productor y guitarrista aunque por desgracia muy soso sobre el escenario, a Michael "Miro" Rodenberg, cuya labor a los teclados es fundamental, y a André Neygenfind, el olvidado pero imprescindible bajista.



El setlist:
Mystery of a Blood Red Rose
Ghostlights (con Michael Kiske)
Invoke the Machine (con Ronnie Atkins)
Unchain the Light (con Ronnie Atkins y Michael Kiske)
A Restless Heart and Obsidian Skies (con Bob Catley)
The Great Mystery (con Bob Catley)
The Scarecrow (con Jørn Lande y Michael Kiske)
Lucifer (con Jørn Lande)
The Watchmakers' Dream (con Oliver Hartmann)
What's Left of Me (con Eric Martin)
The Wicked Symphony (la mitad los cantantes)
Draconian Love (con Herbie Langhans)
Farewell (con Amanda Somerville y Michael Kiske)
Stargazers (la otra mitad de los cantantes)
Shelter from the Rain (con Michael Kiske y Bob Catley)
The Story Ain't Over (con Bob Catley)
Let the Storm Descend Upon You (con Jørn Lande y Ronnie Atkins)
Promised Land (con Jørn Lande)
Prelude + Reach Out for the Light (con Michael Kiske)
Avantasia (con Michael Kiske)
Twisted Mind (la mitad de los cantantes)
Dying for an Angel (con Eric Martin)

Bises:
Lost in Space (con Amanda Somerville)
Sign of the Cross / The Seven Angels (todos los cantantes)

Y, como siempre, para terminar os dejo los vídeos que grabé. Podréis observar que esta vez la calidad es sublime: